16 y 17 de septiembre de 2.005
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FERIA DE MURCIA LA CRÓNICA I FERIA DE
MURCIA LA CRÓNICA
«Un toro de vacas»
Un toro de
Fuente Ymbro, 'Espléndido', fue indultado por petición mayoritaria
J. M. GALIANA/MURCIA
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AL NATURAL. Miguel Ángel Perera cuajó, poderoso, varias series de
naturales ligados y ceñidos. / REPORTAJE GRÁFICO: JUANCHI LÓPEZ / AGM
LA CORRIDA
Coso: La Condomina. Séptima de Feria. Tres cuartos de plaza. Buena
temperatura.
Ganadería: Se lidiaron seis toros de Fuente Ymbro, nobles y encastados
a excepción del 4º. El 6º, un toro negro de nombre Espléndido, fue
indultado por mayoría, y el 5º se hizo merecedor de una vuelta al
ruedo.
Pepín Liria: estocada caída y tendida (oreja); dos pinchazos, estocada
honda y tendida, aviso, aviso (saludos).
El Juli: Estocada honda, perpendicular y atravesadilla (oreja); tres
pinchazos, aviso y estocada (saludos).
Miguel Ángel Perera: Dos pinchazos y estocada sin puntilla (oreja).
Estocada simulada (dos orejas y rabo).
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El toro de Fuente Ymbro herrado con el número 24, de
nombre Espléndido, negro de capa y 521 kilogramos de peso, lidiado en
sexto lugar por Miguel Ángel Perera, fue indultado a petición mayoritaria
del público después de tomar más de ochenta muletazos, muchos de ellos en
el platillo de la plaza, un toro recrecido en el castigo que hizo el avión,
bravo y encastado, si bien cabe precisar que no libró una gran pelea en
varas, es más salió suelto del primer puyazo y se fue al caballo que hacía
guardia.
A tenor de como está la cabaña de bravo, y de ello hemos tenemos cumplida
muestra en esta Feria, no seré yo quien repudie el indulto, sobre todo
después de ver una corrida excepcional, con cinco toros aplaudidos en el
arrastre, toros nobles y boyantes, de embestida franca que hacían surcos
en la arena. Ricardo Gallardo, un ganadero de una pieza, tenía puestas sus
esperanzas en el sexto y acertó.
Enfrente hubo un torero extremeño de 21 años, Miguel Ángel Perera, que dio
una lección de madurez y tauromaquia, dando la ventaja al toro, citándolo
de lejos, cargada la suerte, llevándolo prendío en los vuelos de una
muleta poderosa, demostrando que el toro bravo no es nunca feroz, sino
noble y claro.
«Se torea con los pies y se baila con las manos», dice el aserto, y eso
hizo Perera, enemigo de alharacas, carreras y trapazos. Juntas las
zapatillas, flameó el capote, se encampanó el toro en el tendido del uno y
fue al platillo para rebozarse en toda clase de suertes, peinando el
albero, alumbrando naturales de lento y largo son, parando, cargando,
templando y mandando.
Miguel Ángel Perera hace el toreo sentido, quieto, hondo y juncal, de
cadenciosa lentitud, reposo, templanza y poderío, y en puntuales ocasiones
se le duerme el toro en mitad del pase de pecho.
Comparte el amor por la fiesta con Ricardo Gallardo, propietario de la
ganadería de Fuente Ymbro, que este año ha triunfado en Castellón,
Valencia, Pamplona, Madrid, Málaga, Azpeitia, Baeza y Dax.
El triunfo no debe circunscribirse al toro indultado, puesto que cinco de
ellos fueron aplaudidos en el arrastre, toros encastados en distinto grado
que nos reconciliaron con el buen toreo.
El quinto era una máquina de embestir, cobró dos puyazos y sangró hasta la
pezuña. El Juli, muy firme, lo sacó a los medios y el toro hizo el avión
en la primera serie, cosido a la muleta. Fue una faena de poder a poder,
en la que El Juli perdió las zapatillas y el engaño, con el toro
enrabietado. Descalzo, le plantó cara con la muleta muy baja, cargada la
suerte, fajándose en cada lance. Estuvo hecho un tío, teniendo en cuenta
que le suturaba la herida del muslo derecho.
Al palco le faltó sensibilidad para sacar el pañuelo azul y darle al toro
la vuelta al ruedo.
El Juli sudó lo suyo con el segundo de la tarde, tras mecer cinco
verónicas lentas y garbosas en la manguera. El burel, corto de pitones, se
movió en banderillas. Inició la faena en los medios, ganando terreno a
cada lance, y a la tercera serie mostró su boyantía y calidad. Mató de una
estocada honda, perpendicular y atravesada, y paseó una oreja.
A Pepín Liria no le acompañó la suerte, pero también es verdad que, en La
Condomina, torea de manera distinta a cuando lo hace en Sevilla, Madrid o
Alicante. Transmite la sensación de salir con la faena preconcebida, de
estar abonado a hacer las faenas en el tendido de sol, de impresionar a la
concurrencia con suertes de valor y de adorno, no asienta las zapatillas,
fuerza la figura y las faenas carecen de reposo. Ese planteamiento es
productivo en muchas ocasiones, pero el público también quiere ver
muletazos hondos y sentidos. Con el toro que abrió plaza estuvo encimista
y acelerado, atrasada la muleta; sin embargo, los naturales tuvieron más
largura y cadencia. Valentón y embarullado, recurrió a los giros y
desplantes.
Al cuarto lo recibió a porta gayola, con dos largas cambiadas y un farol
de rodillas. El de Fuente Ymbro, el peor del encierro, se resintió de la
mano derecha, y sacó genio. Lo lidió a media altura, y optó por el
rodillazo, los muletazos de espalda y un desplante genuflexo, que levantó
al público de sol.
La última tarde de Feria fue de un torero joven que apunta muy alto,
Miguel Angel Perera, y de Ricardo Gallardo, un ganadero incipiente que ha
devuelto la ilusión a los aficionados.
16 y 17 de septiembre de 2.005
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'Espléndido' se cura en
Los Romerales
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INDULTADO. El toro de fuente Ymbro en el momento en el que se le
perdonó la vida. / EFE |
El toro Espléndido, de la ganadería de Fuente Ymbro,
indultado el jueves en La Condomina, tras una gran faena de Miguel Ángel
Perera, ya se encuentra en la Finca Los Romerales,en San José del Valle (Cádiz).
Espléndido inauguró el nuevo cajón de curas de la plaza de Murcia y
después de una primera en la plaza, salió hacia la finca donde llegó a
medio día de ayer. Su recuperación es favorable.