"Lo ideal sería un Reglamento en el que
no estemos encadenados"
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etcétera
Desde el siglo pasado, varios toreros han
declarado que el toreo, como arte, debe desembarazarse de las
ataduras que tiene. Sólo así, piensan algunos, el propio torero y
el público podrán disfrutar al máximo. Entre quienes han apuntado
estas tentativas, desde hace años, se encuentra Curro Romero,
quien apuesta por sumergirse en un espectáculo pleno, donde el
arte estalle sin ningún tipo de regulación, sin una lidia
reglamentada en tiempo y sin tercios consecutivos que se sucedan
de una manera rigurosa y repetitiva. En la conversación que
mantuvimos le brillaron los ojos cuando se refirió a sus ideas,
que ya le habíamos escuchado en otras ocasiones: "El toreo está
muy encorselado. La libertad no la tenemos los toreros. Siempre ha
habido buenos toreros con el capote... ¿Y por qué un torero, si le
apetece, no le va a dar treinta o cuarenta lances a un toro? Eso
sería lo ideal, un reglamento en el que no estemos encadenados". /
l. nieto
Curro Romero apoya la 'corrida
moderna' de Salvador Távora
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etcétera
El
espectáculo, en el que se combinan el toreo a pie y a caballo con
un grupo de recortadores, se anuncia mañana por la tarde en
Espartinas
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juan carlos vázquez |
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de una artista a un artista. Romero muestra un retrato
dedicado de Monserrat Caballé.
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LUIS
NIETO
Curro Romero, en su domicilio, junto al alcalde de Espartinas,
Domingo Salado Jiménez, y el primer teniente de alcalde, Javier
Jiménez Rodríguez, daba ayer el espaldarazo al nuevo experimento
de Salvador Távora, denominado Corrida moderna. El nuevo
espectáculo se celebrará mañana en Espartinas, a partir de las
cinco de la tarde. Participarán, entre otros, los diestros Juan
Manuel Benítez y Fernández Pineda, los recortadores Pedro Calero y
David Vázquez, y los rejoneadores Ángel y Rafael Peralta. Con
anterioridad, hoy, a la misma hora, mano a mano entre Espartaco y
Morante, con toros de Joaquín Núñez del Cuvillo.
El diestro de Camas explica sobre este festejo: "Es interesante.
Salvador es un artista y tiene el toreo en la mente. De hecho, en
los espectáculos que ha realizado tiene las ideas claras... Tiene
que haber una variedad de cosas y el espectáculo así no decae. Hay
que hacer cosas nuevas y él tiene una trayectoria buena... El
toreo ha sido el espectáculo más español por la gracia de Dios.
Antes, el fútbol no interesaba tanto como ahora y hay espectáculos
que pueden hacer daño. Quizá con un espectáculo como el de Távora
se aficionen otro tipo de espectadores".
En cuanto a lo que puede aportar la corrida moderna como arte, el
maestro sevillano señala: "Todo depende del torero, de lo que
tiene dentro. Si yo estuviera en ese espectáculo, seguro que
sentiría lo mismo que en una corrida de toros normal".
En cuanto a las novedades que aporta el espectáculo de Távora, con
el objetivo de limar los tiempos muertos y cambiar el tercio de
varas por rejoneo, Romero explica: "Acabar con los tiempos muertos
es muy importante. Al público no se le debe cansar. Debe ir con un
ritmo". Aunque añade: "El toreo depende de un toro y si aquello no
embiste o se cae... Pero el toreo es tan grandioso que aun así es
uno de los espectáculos más bonitos". Respecto a si es positivo
evitar ese choque del toro con el peto, el espada sentencia: "Sin
picadores, el toreo es más difícil. El toro hay que picarlo. Salvo
aquellos que salen como picados... En Portugal, en la plaza de
toros de Campo Pequeño –en Lisboa– di cinco vueltas al ruedo. Salí
a hombros, fue una tarde mágica". Pero señala que sin picar, el
toro no queda ahormado, apenas humilla y es francamente difícil el
lucimiento artístico. De hecho, refirió que le habían contado que
Belmonte hizo algunas de sus faenas más soberbias con ese tipo de
toros.
Curro desveló que le habían tentado para que torease en la
denominada Corrida moderna: "Hace poco tuvimos una cita con el
teniente de alcalde y el alcalde de Espartinas y querían que yo
torease. Pero yo tengo una edad... estoy entero... y una becerra...".
El maestro dice que para evitar tentaciones "no he toreado ni una
becerra desde que me retiré. Ni siquiera he toreado de salón. Yo
lo que quiero ahora es ver los árboles –divisamos tras la
cristalera del salón varios de ellos, un jardín espléndido y más
allá una piscina– y pasear. En cualquier caso, afirma: "Claro que
echo de menos torear. Siempre me he quedado con lo bueno".
De momento, viéndole en su casa, al lado de su esposa, Carmen
Tello, Curro parece que tiene asumida su retirada definitiva.
Quiere evitar cualquier tentación. La penúltima que tuvo fue el
ofrecimiento para el festival-homenaje a Rafael de Paula en
Madrid, del que dice: "En su tiempo, lo intentamos Manolo Cisneros
–su apoderado– y yo. A estas alturas, no. Porque un porrazo... Soy
consciente de lo que te puede ocurrir con un toro". La última
oferta ha sido torear en esta corrida moderna, como le propuso
Távora. Pero a día de hoy, aunque la lluvia quiere dar un tinte
melancólico a la mañana, Curro sonríe al presente desde el
Aljarafe, sin que en su mirada se perciba el más mínimo síntoma de
añoranza.
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